El uso de criptomonedas en Venezuela está proporcionando un salvavidas a muchas personas en el país.
A lo largo de la historia, la gente de ciertos lugares ha experimentado un proceso que los economistas gustan de llamar «el descubrimiento de las ventajas del atraso». Toman técnicas que han funcionado bien en las partes más avanzadas del mundo y las aplican en las regiones menos desarrolladas.
Los cambios que introducen hacen que esas técnicas funcionen tan bien que una región, que antes era la periferia, se convierte en un centro por derecho propio el Fintech, y más específicamente, el uso de criptomonedas en Venezuela, es cada vez más popular.
La Fintech y la inclusión financiera
A diferencia de la moneda tradicional, las criptodivisas como el bitcoin se construyen sobre un libro de cuentas electrónico descentralizado llamado Blockchain. El libro no está controlado por un banco central o un ministerio de finanzas, sino por múltiples usuarios alrededor del mundo que tienen «nodos», o copias de todo el libro, en sus computadoras, que no pueden ser cortados o censurados.
Más que la crisis económica y política, un sentimiento de desconfianza ha impregnado todos los niveles de la sociedad venezolana. La gente busca formas de operar fuera del sistema sólo para comprar bienes y servicios.
¿Pueden los criptos salvar el día?
«Hay que educar a la gente», dice el Sr. Malca. «En los Estados Unidos y Europa, podemos sentarnos e investigar sobre estas cosas. En Venezuela, el promedio de conexión a Internet es de un cuarto de megabyte o un megabyte como mucho. La gente todavía no tiene acceso a este tipo de información y tiene miedo de usar algo que no es tangible».
Y aun así, en medio del caos y la falta de información, hay evidencia de que el uso de criptomonedas en Venezuela está haciendo algún tipo de diferencia.
Confianza, seguridad y credibilidad
Por un lado, las criptodivisas han permitido a algunos venezolanos con acceso a computadoras, conocimientos técnicos y tecnología de Blockchain recibir dinero de sus familiares y amigos en el extranjero. Por otro lado, el sistema está aún lejos de ser inclusivo, según algunos expertos.
«A veces, puede ser altamente discriminatorio», dice el Dr. Sabatini. «Los muy pobres no tienen acceso a cuentas en línea o a familiares que viven en el extranjero.»
Crixto de la mano con la inclusión
Cómo la situación amerita una respuesta, la startup británica Crixto, ha decidido establecer su plataforma pensada para Latinoamérica, empezando por el uso de criptomonedas en Venezuela.
En términos de usabilidad, Crixto propone un amplio rango que maniobrabilidad financiera para todos cuantos tengan un básico acceso a internet. A través de su App Web Service, se despliega todo un panel de transacciones posibles entre los usuarios suscritos a Crixto.
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